Tallado en roble oscuro, un gran aparador -tan viejo que ha tomado el aire de los viejos- al abrirse derrama, con su sombra, un olor, excitante perfume de los vinos añejos.
Lleno está del barullo de viejas antiguallas, lencería olorosa, amarilla, de ajados encajes de mujeres y niños, faramallas de pañuelos de abuelas con grifones pintados
Es en él que se encuentran, dijes y medallones, guardapelos, retratos, olor de secas flores que al perfume de fruta barajan sus olores.
¡Oh aparador antiguo! Historias a montones quisieras tú contar, cuando crujientas inciertas lentamente y negras vas abriendo tus puertas.
Rimbaud
1 comentarios:
¡bellos versos!,dan lugar a varias interpretaciones y despiertan recuerdos antiguos. por un momento me trasporte a ciertos lugares que ya casi habia olvidado.
sigan adelante con mucho entusiasmo.
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